«Vanitas vanitatum omnia vanitas» Eclesiastés
En la incertidumbre diaria de nuestros
tiempos vivimos bajo el lema Carpe diem, a
pesar de los difíciles momentos que atravesamos, todo lo tenemos, todo lo
poseemos y todo lo renovamos. Somos vanidosos, por supuesto que sí. Sin
embargo, podríamos observar la inutilidad de los materiales mundanos frente a
la funcionalidad vital.
En el siglo XVII, en la época del Barroco,
existían los Vanitas, unas pinturas
de bodegones moralizantes donde se agrupaban elementos como cráneos, relojes de
arena, velas, libros, joyas, instrumentos musicales, comida pasada…que
simbolizaban actividades humanas como el saber, la belleza, la riqueza…todas
ellas futilidad de lo material frente a la brevedad del ser. En la actualidad,
la inmersión de la mente en el new media
que nos rodea es símbolo de la fragilidad humana ante el consumismo desmesurado
digno de un sistema capitalista. El memento
mori del siglo XXI vocifera: “no mueras sin poseerlo todo, no lo necesitas
pero lo quieres”.
Esta entrada no es contra la tecnología ni
contra la evolución de ésta, sino contra la compulsividad consumista del ser
humano ante la publicidad y la moda. En sí es un conjunto alegórico a modo de
crítica y reflexión sobre los valores comunes y colectivos del consumismo de
una sociedad deteriorada posmoderna.
"Ars longa, vita brevis"
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