lunes, 23 de agosto de 2010

TRAMPANTOJO

Zeuxis le dijo a Parrasio:

- ¿Ves? he pintado unas uvas tan verosímiles que hasta los pájaros vienen a picar en ellas. ¿Donde está tu obra?
- Ahí la tienes, puedes correr la cortina tu mismo para descubrirla.

Zeuxis se acercó a la pared para descubrir la cortina que supuestamente ocultaba la obra de Parrasio, pero la obra era la propia cortina, que había sido pintada encima de la pared pareciendo tan real que pudo engañar al otro pintor.

- Tu has engañado al animal, pero yo he podido llegar a engañar al ojo del hombre.-contestó Parrasio.

¿De qué estamos hablando aqui? Pues de la trompe d'oeil, del trampantojo, del engaño visual, llamarlo como querias. Esta técnica nos remite a las fuentes clásicas y a la historia que os acabo de contar, donde dos pintores se retaban para ver quién era mejor pintor. En cierto modo, toda pintura realista es una mentira, como Magritte pondría de relieve con su obra Esto no es una pipa, en la cual aparece una pipa pintada pero el viene a decir qeu no es más que un liezo con un poco de óleo encima.

A pesar de la importancia del tema no es algo a lo que se le haya prestado mucha atención. En España, fue en la exposición de 1983 dedicada a la pintura de bodegones desde 1600 a Goya, dónde se trató el tema con rigor. En el siglo XV con los hallazgos sobre las leues de la perspectiva hechos por los pintores italianos y el descubrimiento de la pintura al óleo por los primitivos flamencos, que permitió el tratamiento de los detalles con precisión y meticulosidad, lo que facilitó el desarrollo del trampantojo.
Para mi, uno de los mejores pintores de esta técnica, y uno de sus mejores cuadros es: Pere Borrell del Caso, con huyendo de la crítica.





Es común también de los pintores de los Paises Bajos este tipo de pinturas, como ya he comentado antes. Aquí vemos el caso de Barend van der Meer con estas uvas, pero hay muchos más. 

Los engaños más frecuentes suelen darse en creación de una sensación de espacio inexistente, sobre todo en las arquitecturas, a través de los conocimientos de perspectiva. Hay casos de arcadas pintadas en iglesias, o incluso verosímiles cúpulas que parecen alcanzar el cielo y en realidad son una superficie plana. Este es el caso de la cúpula de la iglesia de los jesuitas de Viena, pintada por Andrea Pozzo que era un maestro del engaño. Este tipo de arquitecturas simuladas se desarrollaron sobre todo en el Barroco. También hay ejemplos en la escultura, a través de la técnica de la grisalla o los esgrafiados (aunque no tanto) se intentaba simular una escultura de yeso en los techos de las estancias, o en muros tanto exteriores como interiores, esto se desarrolló más en el Rococó, sobre todo con la figura de angelotes y querubines, o Venus y Hermes.


¿Es el trampantojo algo que podemos aplicar a la mente? Por supuesto, ya lo aplicamos, sino no lo veriamos por el ojo, digo al pensamiento interno. ¿Vemos cosas dónde no las hay? También. ¿Nos engañamos a nosotros mismos? ¿Vivimos de ilusiones?


"Ars longa, vita brevis"

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