lunes, 8 de agosto de 2011

RETRATS DE LA BELLE ÉPOQUE

No se ha escatimado en gastos, eso que quede claro. Aunque se podrían haber lucido más y traer mejores obras de Toulouse y del tan proclamado Schiele. Aunque debo dar gracias por el Munch, eso siempre, los Munch siempre me parecen tan inaccesibles de ver...

Como digo, no se ha escatimado en gastos, nada más entrar te dan como obsequio una taza de café con una estampación de uno de los cuadros de la exposición. No sólo eso, esta vez se han currado la vigilancia, los seguratas hasta llevan pinganillo, no son vigilantes de Ciutart (con mis respetos). Debo decir que acudí a ver la exposición el día de la inauguración, por lo que me encontré en sala con unas 100 personas tranquilamente, a eso de las 18.30h de la tarde, no obstante, no fue tan molesto como podría haber sido, aunque nunca falta el típico imbécil del móvil, y comentarios de oída que descuadran al personal como "este tiene cara de intelectual, este tiene cara de niño...", etc.


Retrats de la Belle Époque era una expo visual, estética, juguetona, como el ocio del siglo XIX, por y para disfrutar, y si es gente con dinero en el bolsillo, mejor que mejor. Digo esto porque el tema no tiene nada de original, y así lo demuestran los escasos textos que no ocupan más de cuatro líneas y que presentan las salas. Según el folleto informativo, la muestra intenta explorar un genero pictórico que ofrece claves iconográficas y psicológicas, que permiten crear puentes entre la pintura (siempre pintura, en fin) y la historia cultural y social.
Si bien la expo designa las últimas décadas de la fin-de-siècle decimonónica y las primeras del siglo XX, un período de intenso crecimiento económico, enmarcado por la guerra francoprusiana y la I.G.M, se muestra el cambio que altera  a las convicciones estilísticas, el surgir de los aspectos más vanguardistas como columna vertebral del cambio. Además, se recae en todos esos aspectos de la vida artística del momento que fueron relevantes para dichos cambios y que quizás normalmente caen en el olvido (aunque yo personalmente no lo creo, los artistas iban de putas y las retrataban al igual que a la alta burguesía, eso no es ningún secreto). A través de tres generaciones de pintores, la exposición aborda distintos aspectos del retrato para reflejar el tránsito desde un estado de ánimo inicial, triunfal y confiado, propio de los primeros años, hasta la aguda inquietud crítica de los retratos expresionistas de los años finales, que cierran el recorrido.

La exposición está dividida en unos 9 ámbitos:

1.Autorretratos
2.Retratos de sociedad
3.Temperamento y carácter
4.Retratos de grupo
5.Ambientes y conversaciones
6.Retratos plen air
7.Toulouse-Lautrec

Es curioso que hayan dedicado toda una "sala" a este gran artista, quizás para contrarestar las "mediocres" obras que habían traído de él. Pero me encanta la ubicación que se le dio a Toulouse, se le montó una habitación de madera, a modo de saloncito de bourdel, o como si fuera el Moulin de la Galette, que se relacionaba con los dibujos a carboncillo de caballeros en dichos salones. Era una ambientación perfecta, la obra dentro de la obra.

8.El retrato como símbolo

y en esta sala nos encontramos de bruces con el impresionante Munch. Dios mio, en los cuadros de Much puedes ver el aura de las personas, el alma del sujeto rebosa en sus ojos y se extiende a través de las ondas que rodean su cuerpo.

9.La crisis

Muy bien conseguida estaba la sal de documentación, la cual recorría a través de toda una línea cronológica los hechos más importantes desde 1870 a 1914, y también se disponía de varios catálogos y de dos Mac's para consulta virtual sobre las pinturas y los artistas de la exposición.

Había también otra sala para el divertimento, un fotomatón vintage, tú elegias el fondo y el atrezzo y ya tenías toda una foto digna de aire decimonónico.

A todo esto se le debe añadir distintas video-proyecciones que ilustran imagenes de la primera Guerra Mundial, modos de vida parisinos, etc.

Munch

Pues bien, Tomàs Llorens, comisario e historiador, recoge en esta muestra un centenar de obras realizadas por una docena de artistas distintos y procedentes de museos y colecciones de Europa y EEUU. Nombres como Manet, Munch, Schiele (una pieza sólo, no os ilusioneis),Casas, Sorolla, Boldini (en quien encontramos una gran innovación), Vuillard, Zorn, Camarasa y muchos otros.

Recomendable.

"Ars longa, vita brevis"

1 comentario:

  1. Hola Patricia, disculpa que te escriba de nuevo, ya es la cuarta vez hoy, pero ha llegado a mis oídos que alguna insensata se ha atrevido a comprarme un librito en Amazon, pardiez!!

    Verás, por una parte, egoísta, he de reconocer que no me siento muy satisfecho con esa breve recopilación de pseudo-relatillos que te vas a encontrar y que subí a la red más como divertimento (algo de experimento sociológico tenía también y de probar fortuna y de adelante con ello, claro que sí por qué no!) pero no me gustaría que te hicieras una idea (inevitable) de lo que soy o puedo llegar a hacer con ese pobre cuaderno, con lo que me gustaría enviarte el poemario y el otro relato (mucho más elaborado) a un mail que me facilites, completamente gratis (toma ya, qué ofertón tía!!).

    Aprovechen la oferta que me los quitan de las manos, me los quitan de las manos!!

    mi mail es: quijotekitsch@gmail.com

    borra mejor el comentario luego, si no te importa

    un saludico

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