lunes, 13 de febrero de 2012

JEFF WALL, The crooked path ( o el camino abierto al cuestionamiento de lo real)

Jeff Wall a mi me inquieta.

Esta afirmación la tuve clara cuando vi por primera vez un par de sus obras, concretamente "Un ventrílocuo en una fiesta de cumpleaños" 1974. Wall siempre se guarda un as bajo la manga, insinúa sin mostrar. Hay algo oscuro , irónicamente, en sus cajas de luz. Siempre falta una pieza del puzzle. La imaginación corroe. La tensión está en el ambiente.

Jeff Wall, Ventrílocuo en fiesta de cumpleaños, 1974

Santiago de Compostela, martes día 7 de febrero, 18h. El frío cala mi cuerpo pero no hace menguar mis expectativas respecto a lo que mis ojos están a punto de ver.


CGAC. Santiago de Compostela


Hall del CGAC


El CGAC es un edificio sólido con paredes blancas en su interior. Al entrar recojo mi póster gratuito de la exposición y una contundente nota de prensa.
La primera imagen que veo barre para casa. Morning cleaning, Barcelona, 1999. Véase un antiguo post: http://piedradecarretera.blogspot.com/2011/04/i-wanna-be-like-jeff-wall.html
Me adentro en la exposición como quien se adentra en un bosque a través de un sendero sinuoso.

Jeff Wall tuvo la idea de realizar sus fotografías en el famoso formato de cajas de luz aquí en España. Cuenta la leyenda que paseaba flâneur por las calles de noche cuando se paró al ver un anuncio publicitario en una parada de autobús. No le interesó si se promocionaba a Mango, Vueling, una marca de relojes o colonia, sino la manera de brillar de aquella luz fluorescente, la intensidad de aquella modelo encerrada en una caja de luz. Y el resto es historia.

El comisario Joël Benzakin  y el propio artista crean en esta expo una analogía material que forma un camino abierto al cuestionamiento de lo real a través de obras de autores referentes para Wall (Pollock, Stella, Duchamp...) y él mismo. Este sendero sinuoso dibuja, fija, un instante, un territorio visual/discursivo que marcará la recepción de la obra y generará nuevas vías de interpretación. Ejemplo de ello serán las observaciones de mi acompañante Guillermo Blasco ( http://chispazodepoesia.blogspot.com/) quien mira con ojos vírgenes la obra de Wall. Guillermo me cuenta que ve la diagonal divisoria entre la luz y la sombra, la realidad y la ficción de la fotografía del canadiense. La mayoría de las obras suelen estar divididas por un elemento vertical que separa vidas, ficciones, acciones, momentos...
A parte de esta separación más simbólica en las cajas de luz del artista hay una separación física. Dos partes de soporte transparente de cibachrome unidos en uno. La obra pictórica está unificada en formato tableau. Algunos se sirven del ordenador para crear efectos y retoques complejos que delatan aun más la naturaleza artificial de la obra, Wall se mantiene en un aspecto físico mucho más artesanal.

"A mi me interesa eliminar las huellas visibles del trabajo de montaje a favor de la ilusión de unidad de la imagen fotográfica. Y eso puedo hacerlo con o sin el ordenador; la tecnología digital no es imprescindible para gran parte de lo que hago y hay muchas fotografías en las que no la he utilizado en absoluto." 1


Analizando la parte más objetiva de su trabajo se diría que Wall trabaja con actores en escenarios preparados. Crea apariencias. Reconstruye realidades a través de una ficción pero con un sino verdadero, como las películas. La experiencia de la realidad que fluye a la imaginación y compone otra realidad a veces brusca de belleza extraña.

Jeff Wall. Leche. 1984
Jeff Wall. Habitación destruida. 1978

"Crecí viendo pinturas de Pollock, De Kooning, Kline, Newman y Rothko, y me fascinaba la gran magnitud de su obra. Y no solo por el tamaño de los cuadros, sino por la fuerza con la que se dirigen al espectador. Sé que mi interés por la representación a escala humana procede de Pollock, Stella y los demás, y al mismo tiempo de la pintura figurativa en la tradición de Velázquez y Manet."2


Analizando ahora la parte más subjetiva de su trabajo diré que las fotografías de Wall no cuentan historias, las representan, en un antes o en un después, mayoritariamente, pero no narran. Lo que hace el artista es un ejercicio grotesco a la imaginación, al libre albedrío. Tú decides qué quieres creer que ha pasado o va a pasar. El discurso es imaginativo, no está en un libro ni en una historia popular como si lo están los cuadros de antaño, sino que está en tu cabeza y eso conlleva cierta incertidumbre. Son por estas razones por las que el inquietante trabajo de Jeff Wall me parece tan interesante, no sólo mete el dedo en la yaga de la experiencia real y personal que el espectador pueda sentir frente a la obra (hablamos de racismo, maltrato a la mujer, violación, asesinatos...) sino que viola la intimidad de cada uno directamente. Internas y personales, así es como en el fondo se representan las cajas de luz.

Jeff Wall. Mimic.1982.

Como alternativa a esta intromisión de lleno en el universo imaginativo o real de la experiencia personal tenemos la opción de asentir que la fotografía borra el antes y el después del instante que plasma la imagen para crear la invisibilidad del elemento narrativo de modo que se pueda experimentar la belleza de una imagen sin más puesto que se considera que la belleza de una fotografía está estrechamente ligada a experimentar la supresión del elemento narrativo, quizás sea la muerte del pensador, mil cosas más o mil cosas menos.

Cartel de la exposición ilustrado con la obra de El Pensador, 1986.

El conjunto expositivo también recoge obra de artistas como Duchamp y Weiner, Shore, Struth, Ruff...a los que pone en relación con la obra misma de Wall. Véase el ejemplo de la obra de "Habitación destrozada" de1978 de Wall con la instalación "Étant donnés"1946-1966. Ambas simbólicamente relacionadas con el maltrato a la mujer, por ejemplo.

Como última observación de esta reseña me gustaría hacer una pequeña crítica al CGAC sobre algunos asuntos. Resulta que el día martes 7 a las 19h, día en que mi pareja y yo visitamos el centro cultural, había una visita guiada gratuita ofrecida por el centro a manos de un artista portugués. Dicho artista empezó el discurso comentando que no tenía ni idea de historia del arte, ni de la obra de Wall, simplemente podía hablar de la fotografía y sus aspectos técnicos (todo esto lo iba argumentando mirando descaradamente la chuleta que traía en consigo con aires de estar escrita deprisa y corriendo). No seamos cutres, por favor. Si se tiene un mínimo de reputación y de profesionalidad, primero, se contrata a personas entendidas en el tema o con un interés claramente alto o al menos unos mínimos conocimientos, esto por parte del centro; y si eres el invitado pues se esfuerza por hacer unas pequeñas líneas de investigación y búsqueda sobre la obra y el artista del que tienes que hacer la visita...Todo esto lo comento porque al final tuvo que acabar dando la visita en gallego ( aquí fue ya cuando mi novio y yo decidimos ver la exposición por cuenta propia al no enterarnos de nada por la lengua y porque se estaba yendo el tema por las ramas...) un profesor que había venido como de segundo guía o algo así. Al final resultó ser una coordinación pésima porque la visita duraba una hora y no les dio tiempo ni a ver todas las salas y mucho menos a explicar las obras. Otra historia es que nos quedaban dos salas por ver y casi nos echan del museo a patadas porque era la hora de cierre excusando que ellos tenían un horario muy amplio de apertura, sí, puede, pero ni vivo en Santiago, ni podemos visitar la expo otro día, ni sabe usted a que hora ha llegado mi vuelo, ni lo que he tenido que hacer antes o después, así que he venido expresamente desde Barcelona para ver la exposición entera y eso quiero hacer, por favor. Al final nos dejaron ir corriendo (lo de corriendo es literalmente) a ver las últimas dos salas, y para casa ya que es tarde.

Aún así, la exposición es recomendable. Se muestran unas obras muy interesantes (algunas de las más famosas) y difíciles de ver en un sólo conjunto dentro de un mismo contexto. Los amantes de los andares sinuosos que pasen primero.

JEFF WALL
THE CROOKED PATH
CENTRO GALEGO DE ARTE CONTEMPORÁNEO
12.11.11>26.02.12

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1 y 2: los fragmentos de texto entrecomillados han sido extraídos de la entrevista de Hans de Wolf al artista incluida en el catálogo de la exposición.




"Ars longa, vita brevis"

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo en la definición que haces de Jeff Wall como fotógrafo inquietante, capaz de dejarnos unas imágenes que no sabemos de donde vienen o hacia donde se dirige su desenlace, solo nos deja un momento ante el que el espectador tiene que componérselas como pueda.
    Hace tiempo yo también dediqué un artículo a su figura.

    Un saludo.

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