lunes, 27 de junio de 2011

MEAM. Museo Europeo de Arte Moderno ( y van fuerte, aviso)


El pasado día 8 de junio, a las 20h, fue la inauguración del MEAM (http://www.meam.es/), el nuevo museo de arte moderno, presentando una colección de obras escultóricas y pictóricas de artistas contemporáneos. El museo es una iniciativa de la “Fundació de les arts i els artistas” (http://www.fundaciondelasartes.org/)

El MEAM se ubica en el “Palau Gomis” (Joan Garrido, 1791) en el centro del barrio del Born. El edificio, que data del siglo XVIII, tiene varias plantas, 3 o 4 con un patio central y escalinata de piedra. Perteneció al general Lechi, quien dirigió las tropas napoleónicas. Es una gran joya, una de esas que no sabemos que existen porque permanecen cerradas al público. Al menos, la restauración realizada para la obertura del museo, según comentan, ha respetado todas las pinturas originales, decorados de techos y paredes.

Es verdad que si el museo destaca por algo es por el gran hiperrealismo de sus obras expuestas. Como el folleto indica: “el visitante quedará sorprendido porque difícilmente podrá encontrar una tendencia parecida en otros centros de arte contemporáneo.” De hecho, el director, José Manuel Infiesta asegura que son los únicos en Europa. Es más, recalca la importancia de volver a recuperar la tradición y la figuración como base del nuevo arte y bandera de su museo.




El MEAM gustó a la inmensa mayoría (entre la cual me incluyo pero no por los motivos que voy a dar a continuación), me refiero a una mayoría específica que pondría el grito en el cielo al entrar en el MACBA. Y ¿por qué les gustó? pues porque era arte contemporáneo, sí, pero FIGURATIVO. Y esto, amigos míos, hace ganar muchísimos puntos para el público al que me estoy refiriendo.
Va, no importa, lo voy a decir para aquel que no sobreentienda, me refiero a una oleada de personas snobs con cierto interés cultural y tiempo libre para invertir (dignas todas ellas de disfrutar del arte, por supuesto) que carecían de conocimientos sobre arte contemporáneo. Estas personas se sienten desnudas y perdidas cuando acuden a una exposición del MACBA, del CCCB, observan videoarte, una instalación performance, o simplemente se les presenta una abstracción (por no hablar del arte urbano, el grafiti sería un buen ejemplo, al que jamás considerarán arte, sino puro incivismo), es por eso que se sintieron felizmente intelectuales e integradas al poder acudir a este museo y comprender FORMAS con SENTIDO en él, objetos RECONOCIBLES y COMPRENSIBLES para su visión / concepto del arte. Y de ahí poder OPINAR, porque si algo les importa a esta gente es poder opinar sobre lo que ven (con todo el derecho del mundo, pero muchos de ellos sin criterios artísticos algunos para el tipo de comentarios que querían dar a entender, realmente).

No quiero decir con esto que no pueda haber arte contemporáneo figurativo, no, Dios me libre, al contrario, a mi me gusta mucho más personalmente que el abstracto, pero entiendo sus diferencias y los ambos distantes motivos que llevan a la elaboración del uno y del otro.

Sin embargo, el MEAM (o algunos de los dinosaurios que debe albergar en su interior, porque sino no entiendo quién ha podido escribir semejante ataque de atrevimiento) da este tipo de afirmaciones en su mismísima página web, a mí, como historiadora del arte, me ha asustado bastante.


“El MEAM és el nou temple d'aquesta nova religió. La religió dels quals creuen, en ple segle XXI, en l'Art. Un art que ja no es conforma amb l'experimentació convertida en fi en si mateixa, ni amb el permanent assaig de formes sense aconseguir cap definitiva, ni amb el culte al soroll pel soroll, ni amb video muntatges llastrats per l'avorriment. En fi, un art que es justifiqui en si mateix per ser alguna cosa directe, exprés, rotund, absolut, real, intel•ligible i genial. L'art ha de ser assimilable per a l'espectador. L'art ha d'anar dirigit a l'home del carrer, no a l'erudit. L'art ha de parlar el llenguatge del poble, no el dels acadèmics. L'única cosa que dóna sentit a l'art és saber connectar amb la gent, arribar a la sensibilitat de l'espectador. És abandonar els demagògics muntatges d'objectes inconnexos per retornar a la intimitat del taller de l'artista, a la creació de l'obra personal, elaborada, meditada i llargament perseguida.”
Traduzco para los no catalanoparlantes:

“El MEAM es el nuevo templo de esta religión. La religión de los que creen, en pleno siglo XXI, en el Arte. Un arte que ya no se conforma con la experimentación convertida en fin en sí misma, ni con el permanente ensayo de formas sin conseguir nada definitivo, ni con el culto de el ruido por el ruido, ni con el video-montaje lastrados por el aburrimiento. En fin, un arte que se justifica en sí mismo por ser alguna cosa directa, exprés, rotunda, absoluta, real, inteligible y genial. El arte ha de ser asimilable para el espectador. El arte ha de ir dirigido al hombre de la calle, no al erudito. El arte ha de hablar el lenguaje del pueblo, no el de los académicos. La única cosa que da sentido al arte es saber conectar con la gente, llegar a la sensibilidad del espectador. Es abandonar los demagógicos montajes de objetos inconexos para retornar a la intimidad del taller del artista, a la creación de la obra personal, elaborada, meditada y largamente perseguida.”

Sí, habéis leído justo lo que habéis leído, podéis cerrar la boca ya. Asombroso.

¿Templo de la Religión? ¿Video-montaje lastrado por aburrimiento? ¿Un arte que se justifica en sí mismo por ser directo y exprés (claro, no vaya a ser que se tenga que pensar un poco los significados y leer entre líneas si no se ponen las cosas delante y se dan con cuchara…y hasta yo diría que ni siquiera en el mundo de lo que llaman directo y exprés un zapato representa un zapato, serlo sí, representarlo en los múltiples significados del arte es otra historia), real (¿desde cuándo el arte contemporáneo no figurativo no es real? La idea que se pueda extraer de contemplar una obra contemporánea o de algunos de los movimientos surgidos en el arte de la posmodernidad como las performances, el video arte, las instalaciones, y una gran lista de etcéteras, son mucho más reales y cercanas al uso de la razón que cualquier cuadro hiperrealista), inteligible (que algunas personas no entiendan nada con el arte contemporáneo abstracto no significa que no sea inteligible, es más, si nos ponemos a analizar el término concreto de lo “inteligible” podríamos decir que Platón con su Teoría de las formas defiende el mundo inteligible como el mundo de la idea, allí donde radica la única y auténtica verdad y realidad, que es al mismo tiempo, abstracta en sí, ¿no?) y genial (bueno, aquí no hace falta que diga que el arte contemporáneo que no rige el MEAM es igual de genial). El arte ha de dirigirse al hombre de la calle, no al erudito (aquí comentaría sobre Góngora, pero me limitaré a decir que un poco de oscuridad a veces no viene mal para entender la luz, y a San Mateo, Evangelio (7:6) “no se le pueden echar perlas a los cerdos”). La única cosa que da sentido al arte es saber conectar con la gente, llegar a la sensibilidad del espectador (pues si hay gente a la que un dripping de Pollock no les toca la fibra sensible por no ser figurativo no es mi puto problema, la sensibilidad no va unida a la figuración, por Dios!). Demagógicos montajes inconexos para retornar a la creación elaborada y meditada largamente (¿En serio creen que a según qué artistas contemporáneos se les ocurren sus obras de arte en el momento All-brans de Kellogg’s?)


El MEAM me gustó, sí, también, pero por lo que vi, lo que vi era arte, no lo negaré, la mano del artista era buena, hiper-buena (si se me permite el chiste). Es decir, me gustó la obra del artista, no las voces que la apoyan. Trabajos como los de Eduardo Naranjo, Jordi Díaz, Mathieu Bassez, Arantzazu Martínez, Eloy Morales, Gerard Mas, Ricardo Ricci, Edgar Mendoza, Dino Valls, Jose Manuel Martínez, Marta de Olano, y muchos más, sean figurativos o no, son realmente de admirar, no hay que olvidar que estamos hablando de arte.

Eduardo Naranjo

Eloy Morales

Gerard Mas

Arantzazu Martínez

Edgar Mendoza

En definitiva, ¿Quién sabe? Quizás sólo había tanta gente por la copa de cava gratis y el platito de jamón de pata negra (sí, sí, jamón de pata negra, ¿Realmente necesario? En el MNAC sólo damos unos palitos de queso y unas insignificantes patatas de extraño parecido a las flores aromáticas que se usan en un bol para ambientar el salón, los armarios o el baño).


Vídeo promocional de La Vanguardia.


MEAM. (Museu Europeu d'Art Modern)

Barra de Ferro, 5 - 08003 BARCELONA Tel. (+34) 933 195 693

Fax: (+34) 934 179 360


Crítica publicada en Estudio Digital:
http://www.estudiodigital.es/articulos/reportajes/ver/29

"Ars longa, vita brevis"

2 comentarios:

  1. Me gusta Edgar Mendoza, sus cuadros siempre capturan un instante casual/habitual, inconfundible, único, su mano es hiper-reconocible, verdad? "dos pilares" "corriente alterna" o en otro sentido "las horas" y "la muerte y la doncella" son geniales.
    Por cierto, el MEAM tiene que ser una pasada,
    ese "nuevo templo de esta religión" Yo, en
    pleno siglo XXI, creo.
    Volveré para ver el vídeo de La Vanguardia,
    y seguro, leeré de nuevo tu Post (eso es lo mejor, tu Blog enseña a volver, a caminar esa senda ya leída y caminada) es un placer,
    Patricia. Un abrazo!

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  2. Gracias, jeje, me sacarás los colores, me alegro de que guste. Yo sigo esperando con muchas ganas alguno de tus vídeos sobre artistas eh,jeje.
    Pues sí, Mendoza impresiona, sobretodo el aura de misterio, no sé si llamarlo misterio, de rareza que impregna sus obras. El cuadro de la foto del post, que se titula "La Merienda" me da un mágico escalofrío, hasta puedo sentir el viento que mueve las radiografías en mi piel. La serenidad ante algo tan macabro es lo que asusta digo yo, es sublime.
    Un abrazo!

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