2. La influencia literaria posmoderna
en el cine de ciencia ficción posmoderno.
Si
bien todo esta imaginería del hombre-máquina del futuro pudo haber empezado una
tormentosa noche del verano de 1816, en Suiza, en la Vila Diodati, de la mano
de Mary Shelley (1787-1851) y su obra Frankenstein
o el moderno Prometeo (1818) (no se pase por alto la influencia literaria
del mito clásico del personaje de la Teogonía de Hesíodo); o incluso en el Golem (1847) con el rabino Löw, sin
olvidar, el gran relato Los autómatas (1814)
de E.T.A Hoffman (1776-1822); dejaremos de lado estas cisrcunstancias para
adentrarnos en títulos de más allá de 1950 en adelante.
Aun
así, la lista es muy extensa, es por eso que nos limitaremos a dar un rápido
repaso a algunos de los nombres más destacados.
Si
hay un libro que enlaza con el fenómeno de la ciencia ficción y el concepto
cyberpunk, que tanto influenciaría luego en el cine, es el Neuromante (1984) de William Gibson. Case,
el protagonista de la novela, es un marginado que vive al filo de una sociedad
dominada por las corporaciones económicas y el dominio de las máquinas, que han
devorado a las democracias nacionales (un mundo similar al que veremos
posteriormente en Matrix). Las
naciones no son más que referencias geográficas donde el poder es siempre poder
empresarial. No pertenecer a una corporación implica estar fuera del sistema,
ser un parásito, un marginal. El poder ya no es piramidal, sino lineal, ahora
todos se controlan y son controlados, un modo de introducción del ciberespacio
en el mundo cotidiano, un mundo creado a medida del consumidor.
Otro
autor que dejó una huella literaria importante debido a su gran contenido
filosófico fue Philip Dick (1928-1982), referente ineludible en la exploración
del futuro que presenta la ciencia ficción, para él, lo excepcional nace de lo
corriente. Los lugares de ese futuro son una interacción de los “espacios
interiores” (J.G Ballard (1930-2009)) y el “espacio exterior”, compartiendo que
la ciencia ficción es un género mayor de literatura. Más aún, sostiene que ésta
es la última forma de hacer filosofía en las sociedades postecnológicas. Las
dos preguntas centrales que dirigen su obra son: ¿Qué es la realidad? y ¿Qué es
el ser humano? Se puede observar claramente en que estas eran sus intenciones
al escribir ¿Sueñan los androides con
ovejas eléctricas? (1968) Novela que posteriormente daría lugar a la
película Blade Runner. El resultado
es un análisis en el que el individuo aparece confundido y desgarrado en un
mundo en que han desaparecido las fronteras entre apariencia y realidad. El ser
humano acaba siendo presa de la paranoia y soledad. Pero, por otro lado, esa
voluntad de lucidez engendra una peculiar estética de la resistencia del hombre
que sabe que no tiene escapatoria. El
autor mismo se define como un filósofo que hace ficción, no un novelista. Filosofía
que retoma la tradición presocrática.
Lejos
de disimular lo real, en el género literario de la ciencia ficción se están
planteando a través del autor problemas personales y sociales del presente. En
realidad, la tesis central de la ciencia ficción es que el futuro está ya aquí,
es el presente.
Otro
ejemplo de influencia literaria es Dan Simmons, quien escribió Endymion (1996), novela de la que el
director de cine James Cameron extraería sus referencias y modelos para el
androide T-1000 de la segunda película de la saga Terminator.
No
obstante, en el campo literario de la ciencia ficción también podríamos
detectar una presencia de una literatura
inmensamente más amplia, que podría ir desde La República (c.390 a.C)
de Platón (427 a. C - 347 a. C), El
discurso del método (1637) de René Descartes (1596-1650), La vida es sueño (1635) de Calderón de
la Barca (1600-1681), o también en el segundo Romanticismo, y, en concreto, las
cosmogonías de Friedrich Schelling (1775-1854), quien explica el mundo y la existencia
del mal desde la lucha entre el principio oscuro de Dios y su voluntad de
manifestación. El mal es necesario para la existencia y, a pesar de la
recomendación de hacer el bien, esto dota a la existencia de una irremediable
ambigüedad moral.
Ni
Lewis Carroll (1832-1898) se libra de
aportar a este mundo su granito de arena. Otra vez en Matrix, al protagonista se le sugiere que siga al “conejo blanco”,
claramente un guiño al mundo de Alicia en
el país de las maravillas (1865); un conejo que llevará a Alicia, a Neo y
al espectador a adentrarse en un extraordinario, inconcebible y totalmente
desconocido mundo.
Jean
François Lyotard (1924-1998) escribió en su obra Condición posmoderna (1974) que la incidencia de las
transformaciones tecnológicas sobre el saber parece que deben ser
considerables, pues el saber se encuentra o se encontrará afectado en dos
principales funciones: la investigación y la trasmisión de conocimientos…Es
razonable pensar que la multiplicación de máquinas de información afecta y afectará
la circulación de los conocimientos tanto como lo ha hecho el desarrollo de los
medios de circulación del hombre primero y del sonido e imágenes después.
Existe
otro tipo de literatura, a parte de la novela y los ensayos filosóficos, que
influenció notablemente en el mundo del cine, estamos hablando del cómic, o la
revista Pulp, elementos, que al mismo tiempo que el videojuego, eran
considerados objetos de la bad culture.
Sin
ir más lejos, el relato corto The
Long Tomorrow, escrito por Dann OBannon y dibujado por el dibujante
de cómics Moebius, el cual fascinó e inspiró profundamente el storyboard de Blade Runner, contiene en sus viñetas la historia de cómo un detective privado del futuro, inmerso en una
abarrotada ciudad construida por muchos niveles, recibe el encargo de encontrar
y liquidar a un alienígena; todo esto abarrotado por cientos de neones
que rellenan el cuadro (del mismo modo que Scott utilizó cientos de neones como
únicas fuentes de luz en el rodaje de la película); o en un ejemplo más
artístico, en la pintura de Hopper, Nighthawks,
cuyo tono guarda un extraordinario parecido con una de las primeras escenas de
la película, en la que Dekard bebe solo en la barra de un bar al caer la noche.
Viñeta del cómic The long tomorrow de Moebius |
La estética de la película Blade Runner bebe más claramente de las fuentes como pueden ser el film de Fritz Lang (1890-1976), Metropolis (1927) del que toma los paisajes urbanos futuristas y rectilíneos que bien podrían estar esculpidos en hielo y la sensación de inmensidad inabarcable y esclavizadora.
En
el caso de la película de ciencia ficción Matrix,
cabe destacar también la influenciada literaria del ánime Ghost in the Shell
(1995); un manga llevado al cine de la mano de Mamoru Oshii, e incluso
los trajes de látex negro que se usaban en el cómic Cybersix. El escritor y dibujante de cómics, Grant Morrison,
también cuenta que el argumento de dicha película está calcado prácticamente de
su saga de cómics The Invisibles (1994);
aunque dicho comentario, a nuestro ver, es bastante discutible.
Cybersix. Cómic que influenció a la estética Matrix del látex negro. |
Otros nombres destacables son: Isaac Asimov, Orson
Scott, Aldous Huxley, Bruce Sterling, Greg Bear, Norman Spinrad, Ray Bradbury,
George Orwell, Richard Kadrey, John Shirley, Lewis Shiner, Robert Heinlein, Tim
Powers, Albin Toffler, Neal Stephenson, Alan Moore…
"Ars longa, vita brevis"
No sé porqué sale subrayado en blanco, no es que quiera destacar nada especial de esa parte es que no sé quitarlo...
ResponderEliminarUn modo podría ser poner de fondo de ese texto, el mismo color que el fondo de la pestaña de entrada. Tal vez así... a mí me pasaba igual.
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