Joaquín Torres García (1874-1949) fue un artista plástico y teórico del arte
uruguayo-catalán, fundador del universalismo
constructivo que
fue el resultado de todas las experiencias anteriores del autor, como el neoplasticismo, el cubismo, el surrealismo, el primitivismo, el arte
precolombino, etc. Todo esto dio como resultado un lenguaje universal,
una unificación de todas las formas de expresión que había percibido y
practicado en su peregrinar por Europa y en sus contactos con los otros grandes maestros de
la época. Fue en París donde a través de Michel Seuphor (1901-1999) conoció a
Piet Mondrian (1882-1944) quien le influenció claramente en la pieza que voy a
tratar. En 1928 el artista ya había producido en los primeros
dos años de París una obra variada, sensible a diversos lenguajes
contemporáneos que tenían en París un centro de influencia mundial pero original
porque en todos los casos quedó marcada por su trazo y su color inconfundibles.
Un año después llevó a término una síntesis que le permitía asumir algo que se
le había reafirmado a partir de su vínculo con Van Doesburg( 1883-1921) y
Mondrian, y que había defendido en sus escritos desde mucho atrás (la idea de
que la obra de arte es básicamente una estructura). En esa síntesis, que fue el
Arte Constructivo, hay cierta representación gráfica, esquemática, de la
realidad, en la que signos y retícula ortogonal se unifican formando un sistema
único. Me ciño a esta época de su vida porque es la que me interesa tratar para
la obra seleccionada, no obstante, el artista tiene una vida llena de muchos
proyectos artísticos, sucesos diversos y obra distinta.
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Estructura en cinco tonos con ritmos. TORRES-GARCÍA. 1948 |
Esta
obra jamás ha sido expuesta en otro lugar que no sea el museo, y curiosamente,
tampoco será expuesta en la exposición que prepara actualmente el MNAC sobre el
autor y que se presentará en breve.[1]
Está
expuesta en la sala 74, de carácter monográfico, ya que todas las otras piezas expuestas,
tanto pinturas como esculturas, también son obra del mismo autor. Como en otras
salas, también hay un pequeño cartel que resume una biografía del
artista.
La
obra podría catalogarse como una “escultura de pared” (como lo eran los assemblage de Picasso) ya que, a
diferencia de un cuadro, sobresale, y
está montada en unos apoyaderos pequeños fijados a la pared. Al lado suyo,
enclaustrada dentro de una gran caja de cristal, se encuentra otra obra de
características muy similares, también de madera pintada, sólo que es alargada
y de débil estructura.
Objeto plástico. Construcción está firmada y fechada en
el dorso: J. Torres-GARCIA.’30.
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3D model by Piet Mondrian, Toneelmaquette voor 'L 'Ephémère est éternel' SEUPHOR, (1926; reconstruido 1964). |
Resulta
más que evidente, como ya he comentado antes, la influencia, tanto en el color,
como en la estructura, como en la abstracción, de artistas y fundadores del
neoplasticismo como Mondrian, Seuphor y Doesburg.
Todos
estos autores están enlazados al De Stij,
y la escuela Bauhaus, e incluso podemos ver un paralelismo entre este tipo de pinturas y la
estructura de la arquitectura y diseño de sus casas donde la forma sigue a la
función. Véase el predominio de las rectas y los espacios rectangulares y
cuadrados.
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Planos escuela Bauhaus, Alemania. 1925-26 |
Volviendo a los cuadros, se trata, por
tanto, de un arte muy conceptual, que prescinde de las características particulares
de la realidad y trabaja con colores primarios y planos. La composición es
ordenada, cada color permanece en su lugar: no hay mezclas. Esta celosa
pulcritud produce un sentimiento de seguridad. Los colores están netamente
distinguidos por gruesas líneas negras; sin embargo, las líneas desaparecen en
los extremos del lienzo. De este modo, la composición no tiene marco; no tiene
límite. Precisamente, así se consigue el propósito de pintar lo infinito, pues
la composición no tiene fin y podría prolongarse y prolongarse; todo lo que la
imaginación quiera, la mente se estira sin límite ante esta imagen.
Bibliografía:
§ ENRIC
JARDÍ, Torres García. Barcelona: Editorial Polígrafa, 1973.
§ Joaquín
Torres García. Bibliografía. Centenario de su nacimiento. 1874-28 de julio de
1974 Edita comisión de Homenajes a Torres
García, Ministerio de Educación y Cultura, Montevideo, 1974.
§ TORRES
GARCÍA, J.:, Escrits sobre art. Ediciones 62 y La Caixa. Barcelona
1980.
§ GARCÍA
PUIG, Mª J.: Joaquín Torres García y el Universalismo
Constructivo: La enseñanza del arte en Uruguay. Ediciones de cultura Hispánica.
Colección Arte. Madrid, 1990
[1] Torres García a les seves
cruïlles. 18 de mayo al 11 de septiembre de 2011. MNAC. Comisario: Tomàs
Llorens. http://www.mnac.cat/exposicions/exp_futures.jsp?lan=001
"Ars longa, vita brevis"
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